Esta es la novena semana de presentaciones, no hemos logrado estar más de 4 días en una ciudad. Las negociaciones han sido muy buenas, las experiencias. Sobre todo he disfrutado el tiempo de platicar conmigo.
Algo que me sensibilizo fue ver un milagro de la creación. Tanto estudiar: óptica, mecánica de fluidos, energía y todas esas materias que batallamos para entender. Todo este tiempo para ver a la pequeña Sam, ver esa perfecta obra de ingeniería, es un milagro, es el verdadero milagro de la creación, no de un Dios, sino de dos humanos.
Su manera de respirar, sus ojos, las alertas con sus alarmas. El amor y apego instintivo a sus padres, la tranquilidad que le dan los brazos de su madre.
Es un milagro de ingenieros, biólogos, es un arte perfecto, único, especial. Podrá haber miles de bebes, millones, pero ese milagro es especial, para alguien, para nosotros.
Sin embargo, también me siento conmovido por el anti-milagro de la creeción. Este estúpido paradigma humano que nos hace jueces, intolerantes. Nos hace pensar que lo que creemos es lo único y verdadero.
El anti-milagro de la creeción nos da ordenes, transformar al diferente y si no se transforma la opción es destruirlo, eliminarlo para siempre.
Si no nos entendemos, destrucción.
Ojalá en un momento el ser humano se de cuenta lo que esta se-creección esta consiguiendo nada y esta terminando mucho.
Ojalá algún día el ser humano sepa entender que todos somos diferentes, somos un milagro, somos especiales para alguien.
Esperemos que se abandone el barco de la creeción, simplemente por el amor y respeto, al milagro de la creación.
AJV
DF
domingo, 5 de mayo de 2013
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